martes, 9 de junio de 2009

Planimetría





La tranquila existencia de los griegos tuvo una brusca interrupción durante la segunda mitad del siglo III. Los godos saquearan Trebisonda, Bitinia, las costas de Asia Menor, todo el archipiélago del mar Egeo y las ciudades de Atenas, Corinto y Argos. Ante esta situación de inseguridad las ciudades empezaron a fortificarse, lo que en Atenas se tradujo en la reconstrucción de las viejas murallas de Temístocles. Pero esto no fue suficiente para impedir que en 267 una ejército de guerreros hérulos saquease la ciudad. Fue el mayor desastre que se abatió sobre Atenas en mucho tiempo; el Ágora fue devastada y muchas otras edificaciones (como la biblioteca de Adriano) destruidas.

Como consecuencia de este ataque se decidió la construcción de una nueva muralla alrededor de la colina de la Acrópolis. Este muro se extendía por el norte de la Acrópolis hasta el este del Ágora, abarcando por el sur el espacio comprendido entre el Odeón de Heródes Ático y el Teatro de Dionisio. Entre ambos edificios se extendían diversas construcciones, como la Stoa de Eumenes, el Ascleptum y parte del acueducto de Pisístrato. En el centro de la ciudad se encuentran los edificios mas representativos de Atenas, el Ágora y la Acrópolis, que fueron construidas en ese lugar para protejerlas de saqueos y destrucción.

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